Con esto me refiero a nuestras acciones, lo que decidimos hacer cuando elegimos. Todos los días tomamos elecciones, más o menos, pero siempre alguna, porque hasta si simplemente estamos en casa, podemos decidir qué vamos a comer o qué vamos a hacer.
Reflexionando sobre esto, muchas veces me he dado cuenta de que casi nadie piensa nunca esto : “Vaya, quizás si hago esto llegue a conseguir x cosa pero si hago aquello otro no llegaré a ser de tal manera”. No solemos darnos cuenta de cuánto por hacer o no hacer algo puede llegar a cambiar nuestro futuro y nuestra vida.
Incluso el más mínimo cambio puede trastocarlo todo. Por ejemplo cuando en alguna serie viajan al pasado y siempre les dicen, no toques nada no hagas nada, porque cuando vuelvas puede que todo haya cambiado.
Esto también puede darse en un caso real. Imaginemos que una persona tiene que decidir entre ir a comprar o quedarse viendo la tele. Si se queda viendo la tele, a primera vista su vida no cambiara apenas, la única consecuencia será que tendrá que ir a comprar otro día . Pero imaginemos que si va a comprar, al salir de la tienda ve que una niña va a cruzar la carretera cuando viene un coche y la detiene. La decisión que tenía que tomar era muy simple, en realidad una tontería, pero vemos cómo toma importancia para su propia vida o en este ejemplo, para la de esa niña.
Siempre que pensamos en esta atención a lo que hacemos o no hacemos, es cuando nos ha pasado algo más grave. Porque cuánta gente no se ha preguntado tras una pelea o incluso tras la muerte de un ser querido, ¿qué hubiera pasado si…?
Y siempre de esta pregunta nos viene la culpabilidad, porque quizás en el pasado actuamos mal siendo conscientes de ello por un enfado momentáneo, y luego cuando hemos analizado la situación hemos pensado cuánto hubiera cambiado el futuro por nuestras acciones o comportamiento.
No creo que tampoco esté bien obsesionarse mucho con esto, porque yo soy así y hasta las elecciones más tontas me las pienso mucho porque siempre lo tengo en cuenta, así que soy muy indecisa. Pero tampoco quiero decir con esto que no debamos tenerlo en cuenta, porque siempre tenemos que saber que nuestros actos y los de los demás tienen consecuencias, aunque esto no debería producirnos una preocupación excesiva.
En conclusión simplemente puedo decir que tenemos que tomar decisiones muchas veces, que debemos tener en cuenta lo que pasará pero tampoco preocuparnos excesivamente. Puede que algo salga bien o mal pero nunca lo sabremos, porque los causantes de un suceso nunca es solamente uno, soy de la opinión de que los actos de varias personas (incluso de personas ajenas al asunto) son los que llevan a que algo salga bien o mal, así que la culpa nunca será simplemente de una persona sino de varias. Si algo sale bien, hay que agradecer al que haya colaborado, y si sale mal, si verdaderamente es tan malo, no valdrá la pena buscar culpables a algo que no se va a solucionar, porque cuando buscamos culpables es para quitarnos el peso de la culpabilidad que sentimos nosotros o para aliviar nuestro dolor pensando que el “culpable” está pagando sus actos, por ejemplo, si alguien ha sido asesinado, en realidad que el asesino esté en la cárcel no va a hacer que este resucite, no se hace justicia con el fallecido sino con los que quedan afectados con su muerte.
Mariaje, yo opino lo mismo que tú, porque en este aspecto somos muy parecidas, somos esas personas que pensamos mucho las cosas y contemplamos todas las posibilidades, pensando que hubiera pasado si no hubiera elegido esta opción, ésto en cierta medida es bueno, ya que no tomamos decisiones de las que nos podamos arrepentir posteriormente, por no haberla pensado, pero muchas veces, todo esto trae consecuencias negativas, ya que damos muchas vueltas a todo y no podemos vivir libremente.
ResponderEliminarExacto, eureca, lo has captado a la perfección
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